martes, 17 de mayo de 2011

Me duele tanto...

Hoy me he dedicado el día para mí. Para sentirme bien conmigo misma, para comprar dos pares de fantásticos zapatos que me alzan sobre el suelo... y todo porque llevaba días con dolor.

Se trata de ese dolor que nace desde el fondo del alma, como un puñal que se clava desde dentro. Ese dolor que pocas veces sentimos, pero que tantas veces recordamos. No existe para ese dolor pastilla alguna, no existe nada que haga que tu mente pare de pensar por un instante. Y todo, todo cuanto pienses, te hará más daño.

Por eso en cuanto aparece ese puñal sangrando que se clava en mi alma, que me hiere, que me duele...cuando aparece, tan solo lo miro cara a cara y fríamente le hago recogerse, hasta la próxima vez. Intento que cada día aparezca menos, controlarlo de algún modo. Sé cuando aparece, sé como...pero nunca sé si se irá. Odio los momentos de soledad absolutos, por hace gala de su presencia. Aparece y me duele.

Ojalá pudiera ir a la farmacia y pedir una pastilla que me anule la consciencia. Pero otra opción que tengo es hacer frente a ese dolor. Otra opción es hacer lo que hago: luchar contra él. Me resisto a que domine mi vida, me resisto a sufrir para siempre.

Y a pesar de ello, termino el día habiendo estudiado, habiendo disfrutado del día, y habiendo hecho lo que más me gusta: vivir.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Volver a Construir

Después de casi cuatro años he medio-decidido ir retomando poco a poco el blog. No escribo ni para que me lean ni para que me comenten...escribo porque me resulta útil en mi proceso de autonocomiento.


Decido volver a escribir porque en los último años me han pasado cosas preciosas pero también muy tristes... y desde hace un tiempo busco mi camino en el mundo. Por ello asisto a terapia, y hoy he tenido una cita con un especialista que me ha dicho una frase muy importante: es momento de volver a construir desde cero.


En muchas ocasiones nos cuesta hacer borrón y cuenta nueva, es complicado decirle al mundo que quieres empezar de nuevo y hacer con las cenizas que encuentras un rascacielos al más puro Empire State. Fallaré muchas veces al colocar el ladrillo, pero siempre podre rectificar y colocarlo en el lugar correcto.


Por eso, para aquellas que han pasado malos momentos o se encuentran en pleno bucle de negatividad: levántante, mírate al espejo, y mira que en tu interior hay tanto material como para construir el mejor palacio del mundo.