miércoles, 18 de abril de 2007

Vecinos salvajes

Días luminosos y días grises. Así parecer ser la vida. Un día te despiertas y te comes el mundo...pero al día siguiente el mundo te come a ti. Parece mentira que nuestro carácter pueda llegar a ser tan flexible, en unas horas pasamos de irnos a dormir con una mala leche increble, a despertar con un sol radiante y una vitalidad y alegría muco mayor. El problema llega cuando esa misma noche tus vecinos (esos adorables seres que suelen joderte un poco) te recuerdan que mientras ellos tienen una noche de sexo brutal tú estás sola en tu casa. Sí, parece que con cada grito (os aseguro que son gritos) se recogedean de mí. Y claro...qué hago yo? Decirles que se callen? En ese caso pareceré una reprimida que en el fondo como no está disfrutando igual que ellos no quiere que ellos disfruten. Lo peor es que cuando paran ellos están agotados y deben caer en los brazos de Morfeo al instante. Yo no. Me quedo despierto, analizando lo triste de la situación. Seguramente a una distancia menor de un metro y medio hay tres personas, y una de ellas fastidiada. Al darme cuenta de que la situación se suele repetir cada "x" semanas... me he planteado quiénes serán? Vienen aquí solo para eso? Sólo rezo para ese día en el que también pueda fastidiarles yo la noche...el problema es que ellos nunca están en esos momentos... Conclusión: si tienes unos vecinos adictos al sexo...tienes que tener tú más sexo. De esa manera todos ganaríamos... sería como una carrera...parece divertido..pero no lo pondré en práctica. Una pena. Otra vez será.

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